Salve, recia fusión poderos de civismo, de brazo y montaña que forjó con arcilla de ancestro inmortales perfiles de estatua. Risaralda, con casta de hidalgos, cumplirá - juro a Dios - su palabra en jornada tenaz sin fatiga, y en función permanente de Patria. |
I |
Fiel retoño de cepa labriega en vivero de Pueblos de Caldas, conquistando futuro y espacio para el vuelo cautivo en sus alas, una aurora inicial de febrero arrogante surgió Risaralda, con honesta esperanza de surco y rumor de oraciones y fragua. |
II |
No fue el odio que todo destruye agresiva razón de su causa; fue el anhelo de ver la semilla convertida en dorada abundancia, y triunfante la airosa bandera que en abrazo fraterno formaran sus catorce lucientes estrellas Sobre verde de mapa y labranza. |
III |
Más justicia, más paz, más trabajo más cultura, más luz y enseñanza y más leña avivando la lumbre hacendosa en la humilde cabaña, es la ley natural que persigue como meta final de su marcha, esculpiendo su joven historia con orgullo, tesón y confianza |
martes, 21 de mayo de 2013
Himno de Risaralda
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